lunes, 16 de noviembre de 2020

 

Ován el sueco

Jorge Sánchez Jinéz


Pequeño prefacio

Escribí este breve texto fragmentario y confuso, tal como llegó, como en los viejos textos que requería interpretación psicológica o incluso mitológica; pongo, al servicio del lector mi caso, como hay tantos, para este auto análisis/reporte de un sueño relacionado con un libro de cuentos y una probable vida pasada en Suecia.

 

I

Estoy escribiendo en este momento, parecería algo obvio, pero no lo es, pues hay momentos en los cuales no es así, estoy, en realidad, pensando, leyendo, reflexionando, o a veces -no sé si para bien o para mal- permaneciendo asombrado (si es que la expresión es válida); en fin, lo que quiero decir ahora es sobre un sueño que tuve hoy en la mañana, antes de despertar: me encontraba viendo una serie sobre arqueros, ¿guerreros?, una cosa parecida a esas series de Netflix donde hay espadas, dragones, combates, cosas así. La diferencia con esto, es que era mi sueño; recuerdo haber visto dos o tres capítulos, para cuales, o entre los cuales hacía una pausa; en el caso del último, decidí, por alguna razón ir por una manzana, una amarilla, y justo ahí terminaba el sueño, en uno de esos que era -en general-, uno de los descansos entre capítulos. No obstante, algo que me gustaría resaltar es el hecho de que -creo recordar que un poco antes de ir por la manzana-, escuchaba claramente algo así como: voy a ver a Ován, esta última palabra era muy, muy clara.

Cuando desperté busqué de inmediato la palabra Ován en Google, seguida de mitología, dado que, la “serie de Netflix” me parecía tener alguna relación con esto; así lo hice y entre los resultados que llamaron mi atención se encontraba enemigo, que incluía una frase más amplia:

Jag är trött på att vara ovän med så många människor i världen.

Esta frase tiene la palabra ován, que en sueco se escribe ovän, y cuya pronunciación es similar a como la escuché en el sueño; en fin, la frase que encontré en el diccionario, ya traducida al español es esta:

Estoy cansado de ser un enemigo de tantas personas en el mundo.

En fin, que para ordenar un poco esto, descubrí que ován, en español, se escribe ovän en sueco; que, en efecto, ován/ovän es sueco.

 

II

Continué buscando algo más sobre ován, y pronto encontré que en la mitología eslava hay algún personaje llamado Jurij (Yuri/Jorge). Yo mismo me llamo Jorge. Pero... ¿cómo fue que llegué aquí y por qué? No lo sé, entre búsqueda y búsqueda del diccionario a este punto llegué a esta mitología, y encontré ese personaje. Pero, independiente de cualquier cosa, me gustaría decir qué fue lo que sucedió al despertar.


III

Como buen psicólogo, o simplemente como psicólogo, me dediqué, casi de manera instintiva, a relacionar el contenido del sueño, y pronto recordé que, en este momento, tengo una libro de cuentos pendiente; son cinco cuentos y tratan, más o menos, sobre una imperio acaecido en vidas anteriores a la humanidad actual; de hecho, hay humanidades antes y después de las incluidas en el libro; en ocasiones se relacionan estas y, sin saberlo, sus tramas están relacionadas; pero, en fin, a lo que quiero llegar es que, de inmediato, traje este recuerdo a la memoria y entendí que los huecos faltantes del libro debía rellenarlos con información sobre mitología eslava, quizás con mi propio nombre y, por qué no, con la manzana amarilla como un elemento importante de la historia.

 

IV

Pensé que, al realizar estos ajustes, el libro estaría terminado, y espero que así suceda, pues no sólo es el vacío que tiene el libro sino lo interesante que resulta la forma en la cual mi inconsciente me reveló esta información sobre Suecia, y la ayuda que esto representa.

 

V

Lo que quiero decir es que trabajaré el libro ahora con este nuevo enfoque o se lo sumaré a la información restante. Lo cual me lleva a decir, más allá de mi caso particular, que los sueños nos revelan información importante sobre la vida cotidiana, o sobre nuestros procesos artísticos; ustedes disculparán el desbarajuste de los mini capítulos iniciales de este texto, pero así debían quedar, confusos, inarticulados, dispersos, para por fin llegar a estos restantes módulos.

 

VI

Finalmente, una de las últimas ideas al respecto es lo relacionado con Suecia, ¿acaso viví otra vida en Suecia y el hecho de relatar un libro con una vida semejante a la de aquella confirma esta hipótesis? No lo sé, pero de entrada, al menos como elemento literario, resulta interesante plantearlo.

 

VII

Confirmar, como dato final, la importancia de nuestros sueños para nuestras producciones artísticas; tomémoslo en cuenta, y sobre todo, aprendamos a relacionarlos con nuestra vida diurna (día).

 

VIII

La clave de la búsqueda  de la palabra ován con la mitología fue el hecho de conectar las imágenes del sueño con información que me pareció pertinente relacionar al despertar; es decir, la serie de Netflix me pareció tener elementos mitológicos y de ahí lo busqué en Google.

 

IX

¿Por qué información de este texto está dispersa y fragmentada? Porque así es la realidad; somos nosotros quienes intentamos ordenar algo cuyo orden es claro con la información universal, esta es total, atemporal y omnipresente. Somos nosotros quienes, al relatar un sueño o escribir un cuento, pintar un cuadro, la ordenamos para no volvernos locos.

 

X

Toda la información necesaria para comunicar lo que quería decir, sobre el sueño, el cuento y la vida pasada, está aquí.

 

XI

Si viví una vida pasa en Suecia, o no, no importante ahora, pero plantearlo como posibilidad ya no literario, sino real, es interesante; probablemente así y fue y, al final del tiempo -que no es lineal sino absoluto, me trajo a este momento.

 

XII

Otra pregunta que, para terminar este texto y no alargar y postergar de manera indefinida un trabajo que, no obstante, necesita ser terminado, una pregunta... es esta: ¿por qué dejé para el final el hecho de que los últimos serán los primeros? (me refiero al orden de este texto, donde cosas finales están al principio, cosas iniciales al último).

 

XIII

La respuesta es porque Ován, ovän en sueco, significa: los últimos serán los primeros, pero ese hecho podrá descubrirse (en el libro de cuentos) sólo mediante la posesión de la manzana amarilla (que pasará del sueño al libro de cuentos).

 

XIV

El libro de cuentos está dividido en cinco textos, todos ellos girarán entorno a la búsqueda de la manzana; encontrarla, o no, en las distintas humanidades, será cuestión de controversia, pero al final, simplemente, la encontrarán, y allí, quizás, termine el libro.

 

XV

Quizás ován/ovän es el nombre de la manzana, y así justificaré mi sueño, el libro de cuentos y mi propia existencia en una vida pasada en Suecia.



 

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